Es posible que hayas escuchado hablar de los comedores exigentes, pero ¿qué ocurre si las aversiones de tu hijo van más allá de simples preferencias? Si tu hijo se estremece al tocar ciertas texturas, se cubre los oídos ante el más mínimo ruido, es sensible a las luces brillantes o evita como la plaga ensuciarse, es posible que tengas un niño con aversiones sensoriales en tus manos. Estos comportamientos que no aparentan estar relacionados con la alimentación de tus hijos, podrían indicar algo más significativo que afecta la relación de tu hijo con la comida.
Mientras que los comedores exigentes pueden tener un paladar limitado, los niños con aversiones sensoriales pueden experimentar malestar físico e incluso miedo cuando se les presentan ciertos alimentos. Comprender la diferencia entre la alimentación exigente y las aversiones sensoriales puede ser crucial para padres a la hora de apoyar una relación saludable de sus hijos con la comida.
La alimentación sensorial se refiere a un tipo específico de comportamiento alimentario caracterizado por sensibilidades a diversos aspectos de la comida, como la textura, el sabor y el olor. A diferencia de los comedores exigentes que simplemente pueden tener preferencias por ciertos alimentos, las personas con problemas de alimentación sensorial experimentan una sobrecarga sensorial cuando se enfrentan a características específicas de los alimentos. Esto puede manifestarse como una aversión a ciertas texturas, lo que los lleva a tolerar solo alimentos suaves y purés mientras se atragantan al ver bocadillos crujientes o rebanadas de carne. La alimentación sensorial también puede implicar sensibilidades a los sabores y olores, lo que resulta en una gama limitada de alimentos aceptados.
Para las personas con problemas de alimentación sensorial, el acto de comer puede estar asociado con malestar físico y mental. En lugar de soportar posibles dolores, pueden optar por no comer en absoluto. Los consejos tradicionales para los comedores exigentes, como "tienen lo que tienen o no comen" o "deben probar al menos un bocado", es poco probable que sean efectivos para los niños con problemas de alimentación sensorial. Estas personas perciben la comida como una fuente de dolor, y aunque tengan hambre, evitarán comer para evitar ese malestar. Es esencial comprender y empatizar con su perspectiva para desarrollar estrategias adecuadas para abordar sus sensibilidades sensoriales.
Identificar si tu hijo tiene problemas de alimentación sensorial puede ser un desafío, ya que las experiencias y preferencias sensoriales de cada niño son únicas. Sin embargo, existen varias señales y comportamientos que pueden indicar la presencia de problemas de alimentación sensorial. Aquí tienes algunos indicadores comunes a tener en cuenta:
Si observas varias de estas señales en tu hijo, puede ser un indicio de problemas de alimentación sensorial. Sin embargo, es importante consultar a un profesional de la salud, como un terapeuta ocupacional o pediatra especializado en dificultades alimentarias, para obtener una evaluación y diagnóstico adecuados. Estos profesionales pueden evaluar el perfil sensorial de tu hijo, brindar estrategias personalizadas y apoyar las necesidades sensoriales de tu hijo durante las comidas.
Es crucial abordar las comidas con sensibilidad y respeto hacia las necesidades sensoriales únicas de tu hijo. Aquí tienes algunas estrategias útiles para apoyar a tu hijo en el desarrollo de una relación positiva con la comida sin forzarlo ni presionarlo:
El juego vestibular implica actividades que estimulan el sistema vestibular, que es responsable del equilibrio y la conciencia espacial. Incluye movimientos como columpiarse, girar, deslizarse y mecerse. Participar en el juego vestibular ayuda a los niños a mejorar su equilibrio, coordinación y conciencia corporal.
El juego propioceptivo, por otro lado, se centra en actividades que proporcionan presión profunda en las articulaciones, estimulando el sistema propioceptivo. Este sistema proporciona información sobre la posición del cuerpo, el movimiento muscular y la cantidad de fuerza necesaria para diferentes actividades. El juego propioceptivo puede incluir actividades como trepar, saltar, empujar, jalar y levantar objetos pesados.
Estas actividades ayudan a los niños a desarrollar una conciencia corporal, fuerza y coordinación. Tanto el juego vestibular como el juego propioceptivo son cruciales para promover la integración sensorial, la autorregulación y el desarrollo general en los niños. Proporcionan una valiosa entrada sensorial que respalda su capacidad para procesar y responder a la información sensorial de su entorno de manera efectiva. Incorporar estos tipos de juego en la rutina diaria de un niño puede tener un impacto positivo en sus habilidades de procesamiento sensorial, desarrollo motor y bienestar general.
Al implementar estas estrategias, puedes apoyar a tu hijo/a en su proceso de alimentación sensorial y crear una experiencia positiva a la hora de comer que respete sus necesidades individuales. Recuerda que cada paso es importante para ayudarles a desarrollar una relación saludable con la comida.
En Little Lunches, fomentamos la participación de la familia en la preparación de las comidas, creando oportunidades para vivir experiencias compartidas y fortalecer los vínculos familiares. Al involucrar a los niños en tareas relacionadas con la comida adecuadas para su edad, como seleccionar ingredientes o participar en actividades de cocina sencillas, Little Lunches promueve un sentido de empoderamiento y responsabilidad en los niños sobre sus comidas.
Little Lunches ofrece un enfoque integral para apoyar a los niños con aversiones sensoriales a la alimentación al promover experiencias positivas en la hora de comer, ampliar las opciones alimenticias y fomentar una relación saludable con la comida. A través de las estrategias creativas e inclusivas de planificación de comidas de nuestra aplicación, las familias pueden embarcarse en un viaje de exploración sensorial, donde cada bocado se convierte en una oportunidad de crecimiento y descubrimiento de la cual disfrutar.
Recursos:
Dany Sosa, Terapeuta en Alimentación Orofacial-Miofuncional Oromotora
Sabir, M., Saeed, H., & Iqbal, F. (2021). Sensory Processing Difficulties and Their Association with Quality of Life among Children with Autism Spectrum Disorder: A Systematic Review. Cureus, 13(7), e16745. doi:10.7759/cureus.16745. Available from
hace 1 año