Tener un hijo que se a reúsa a comer los alimentos que les preparamos, puede ser bien frustrante para los padres de familia. Sin embargo, es un tema muy común y ocurre con frecuencia. A continuación encontraras unas estrategias practicas que pueden ayudarte para que tu hijo acepte nuevos alimentos.
1. Ofrecer una variedad de alimentos semanalmente. Si caemos en un patrón de ofrecer los mismos alimentos todos los días, ya sea por conveniencia o por preferencia, su hijo se va a acostumbrar a solo comer esa comida. Esto puede conducir a que el niño se ponga mas particular al momento de aceptar nuevas texturas o sabores. Es mejor darle una variedad de alimentos, no solo para acostumbrarlo a una diversidad de sabores, pero para propósitos nutricionales también. Recuerden si no lo tiene en su plato, nunca lo va a probar.
Tip: Pon comidas nuevas alado de las comidas que les gustan y mantén la cantidad baja para no abrumarlos y no gastar ingredientes. Es mejor que pidan mas si les gusto.
2. Respetar el horario de las comidas. Si sus hijos están consumiendo meriendas o leche todo el día, se van a llenar y no van a tener hambre a la hora de las comidas. Esto puede causar problemas de conducta y cooperación a la hora de sentarnos a comer. Al no tener hambre van a preferir irse a jugar, o hacer cualquier otra cosa menos lo que se les esta pidiendo en ese momento. Sentarse a comer.
De lo contrario, si respetamos el horario de las comidas y dejamos que nuestros hijos lleguen a la mesa con hambre, van a sentarse con mas entusiasmo y nos ahorramos el berrinche.
Tip divertido: Pon tu horario del día en forma de fotos que tu hijo pueda seguir. Al saber que esperar, va a estar mas dispuesto a seguir la rutina. Comenzamos con una foto de tu hijo desayunando, la siguiente foto de tu hijo poniéndose su ropa del día, la siguiente lavándose los dientes, la siguiente iyendo al baño, etc. Que estas fotos sirvan como el mapa que los va guiar por su día. Después de completar una actividad pueden ir juntos a poner un “completado” alado de la actividad. Los niños prosperan con la rutina y va a resultar en mayor cooperación de su parte.
3. Asegura que tu hijo tenga su lugar en la mesa, con una silla que le brinde el apoyo adecuado. Si están usando una silla que es muy grande para sus hijos, o si sus pies quedan en el aire y no están debidamente apoyados, puede afectar la cooperación conductual de sus hijos a la hora de comer. Deben de sentirse cómodos en sus tiempos de comida, de otra forma van a preferir no participar.
Tip: Escojan una silla apropiada para sus hijos, en la cual tengan en donde apoyar sus pies y no queden guindando en el aire. También, pueden dejar que ellos decoren su silla con calcomanías de preferencia. De dada forma sientan que es suya y se emocionen al sentarse en ella.
4. Ser el mejor ejemplo. La forma mas eficiente de promover alimentos para un pequeño es ver a su familia consumiendo dichos alimentos. Si tu hijo nunca ve a nadie en casa comiendo un ingrediente, pero esperamos que ellos lo consuman a cada rato estamos mandando mensajes mezclados y no es justo para el niño. Si quieres que tu hijo coma broccoli, pero a ti solo te ve comiendo chatarra, a el se le va a antojar mas la chatarra que el broccoli. Debemos mandar un mensaje claro con nuestras acciones. Al final del día lo que mas cuenta es lo que hacemos, no lo que decimos.
Tip: No olvides de cuidar de ti. Los padres de familia olvidamos cuidarnos a nosotros mismos por poner las necesidades de nuestra familia encima. Pero se nos olvida que nuestros hijos aprenden de vernos a nosotros. ¿Como van a aprender a poner su salud de prioridad el día de mañana y cuidar de ellos mismos si no nos ven a nosotros haciéndolo? Ellos aprenden del cuidado personal de los que los rodean. Asegurémonos que nos vean comiendo sano, y siendo la mejor versión de nosotros mismos. Con cada acción piensa, como me sintiera si mi hijo estuviera haciendo esto. Ellos repiten lo que ven.
5. Crear un ambiente agradable y feliz. Si la atmosfera alrededor de las comidas es alegre, tus hijos van a querer participar con mayor entusiasmo. Cantales una canción, pon música de fondo, ponte una sonrisa, juega avioncito con su cuchara, y ensénales a tus hijos lo lindo que es comer en familia. Cuando tus hijos ven que los familiares sentados en la mesa la están pasando bien, ellos van a querer ser parte de esa fiesta.
Si convertiste la mesa en una experiencia alegre y aun así tu hijo no comió, no te decepciones. Quiero que sepas que es mas importante el acto de sentarse juntos en la mesa que lo que consumió tu hijo en ese momento.
6. No presiones a tus hijos para comer. Si no quieren lo que serviste puedes intentar alimentarlos de nuevo en el próximo tiempo de comida. Recuerda que debes mantener el ambiente alegre, crear un espacio seguro, en donde tu hijo se sienta en control de lo que come.
A nadie le gusta sentirse forzado y perder el control. Es mas, cuando sientes que alguien te esta presionando a hacer algo, tu primera reacción es ponerte a la defensiva y desafiarlos. Lo mismo pasa con nuestros hijos cuando los presionamos para comer. Se sienten incomodos, forzados, sin ganas de comer, y peor aun los dejamos con un sentimiento feo sobre el tiempo de las comidas. Cuando en realidad debe ser un momento de sentirnos mas unidos. Removamos esa presión de la mesa y recordemos que es nuestra responsabilidad lo que ponemos en el plato de nuestros hijos, pero es la responsabilidad de ellos decidir cuanto van a comer.
7. No ofrecer un plato muy lleno. Cuando un niño ve un plato con demasiada comida se siente abrumado y corres el riesgo que lo rechaze por completo. Es mejor servir poco y que el niño pida mas si le gusto. De dada forma, gastas menos comida y ellos se sienten menos presionados a terminarse un plato que capaz es demasiado grande para ellos.
8. Invitarlos a participar en la preparación de las comidas o la mesa. Cuando nuestros hijos se sienten incluidos en cualquier actividad van a estar mas dispuestos a participar en el evento. Trae sentimientos de comunidad, solidaridad, logro, y independencia cuando terminan la tarea que les diste. También es una gran forma de poner al niño en contacto con comidas que normalmente no aceptan. Por ejemplo, si a tu hijo no le gustan las manzanas ponlo a lavar las manzanas antes de que la familia se las coma. Aunque no coma manzana el hecho que las toco es considerado el primer paso y también ayuda con la preparación de las comidas.
Si tu hijo lavo las frutas y vegetales, te ayudo a poner la mesa, a cortar algo, se van a emocionar cuando sea la hora de la comida porque ellos ayudaron a prepararla.
9. Ponernos creativos con las comidas. Todo es cuestión de presentación. Hay veces no aceptan ciertas comidas de una forma, pero de otra si. Capaz no quieren sus frutas y vegetales en un batido, pero si enfrías ese batido y lo conviertes en paletas si te lo aceptan. O tal vez no te aceptan el broccoli en su plato, pero si los usas como pequeños arbolitos se entusiasmen a probarlo. Capaz con utensilios de su caricatura favorita, o cortando las comidas que no aceptan enteras estén mas abiertos a probarlas.
La moral de este punto es que no descartes ciertas comidas solo porque las rechazan una vez. Simplemente ponte creativa y ofrécelas de diferentes formas. Es un hecho que puede tomar hasta 50 intentos con los niños para que te acepten una comida que rechazan.
10. Hacer actividades sensoriales con las comidas que no les gustan. Capaz tu hijo no te acepta ciertas frutas y vegetales. El primer paso no es necesariamente probarlo, es venir en contacto con esa comida. Deja que la sienta, que la escuche, que la vea, etc. Estamos trabajando en perder la sensibilidad a esa comida.
Si están probando una comida que hace un “crunch” al morderla pueden hacerlo un juego y decir “hmm, me pregunto quien va a hacer el ruido mas grande entre los dos”
Si están probando una comida tipo tomates o arándanos pueden usar palillos de dientes para conectarlos y hacer figuras.
No solamente es jugar con la comida, también con otras texturas que sean parecidas. De esta forma ellos están mas abiertos y menos sensibles a la hora de comer. Las actividades sensoriales están altamente conectadas con la aceptación de nuevas comidas.
11. Lo mejor es evitar los dulces hasta que tu hijo cumpla tres años. Pero la vida no siempre es perfecta, hay cumpleaños, piñatas, eventos, etc. Si tu hijo esta obsesionado con el dulce lo mejor es hacer sustitutos saludables en casa o ofrecerles una pequeña porción junto con su almuerzo o cena.
Debemos evitar decir cosas como “si te comes tu comida te doy tu postre.” Esto hace que vean su almuerzo como un castigo y el postre como una comida especial, cuando en realidad solo debería de ser una comida mas. Quitemos el postre del pedestal. Esto lo logramos sirviendo una pequeña porción junto a sus comidas. En momentos que no podemos evitar el dulce la meta es darle algo nutritivo alado.
12. No sentar a tu hijo en la mesa hasta que la comida ya esta lista. Cuando sientas a tu hijo en la mesa y los haces esperar se desesperan. Para el momento en que le traes la comida te encuentras con un niño que ya quiere irse de la mesa. Evita el berrinche, siéntalo hasta que todo este listo para consumir.
Espero que estos consejos te ayuden a ti y a tu pequeño a disfrutar de las comidas juntos, ¡y recuerda siempre que tu familia de Little Lunches siempre está aquí para apoyarte! Nuestra aplicación ofrece soluciones para la selectividad alimentaria y convierte las luchas en la hora de comer en momentos familiares alegres. Descarga ahora y disfruta de comidas felices en familia.
Con cariño,
Jessica Facusse, Co-fundadora de Little Lunches
hace 3 años