Una alergia a determinado alimento ocurre cuando el cuerpo reacciona contra proteínas no dañinas que se encuentran en ese alimento. La reacción suele ocurrir al poco rato de que se ingiere el alimento. Estas reacciones pueden variar de leves a severas.
Como existen muchos síntomas y enfermedades que pueden confundirse con alergias alimentarias, es importante que los padres conozcan las diferencias.
Cuando el sistema inmune del organismo reacciona exageradamente a ciertos alimentos, se presentan los siguientes síntomas:
Si varias partes del cuerpo están afectadas, la reacción puede ser severa o hasta poner en peligro la vida del niño. Este tipo de reacción alérgica se conoce como anafilaxis y requiere de atención médica inmediata.
Cualquier alimento puede provocar una alergia, pero los siguientes alimentos son los que tienden a provocar más alergias:
La LECHE de vaca es un alimento potencialmente alergénico, NO debe introducirse antes de los 12 meses de edad. Derivados lácteos podrían darse en pequeñas cantidades a partir de los 6 a 9 meses de edad, sin desplazar la leche materna ó formula infantil.
Afortunadamente, este tipo de alergias por lo general se superan durante la niñez temprana. Se estima que entre un 80 % y un 90 % de las alergias al huevo, leche, trigo y soya desaparecen para cuando el niño tiene cinco años de edad. Algunas alergias son más persistentes. Por ejemplo, uno de cada cinco niños pequeños superará una alergia a los cacahuates, mientras que muy pocos lo harán a las nueces y a los mariscos. Su pediatra o alergista realizará pruebas de seguimiento de las alergias del niño para saber si las está superando.
Los estudios hasta el momento, NO han demostrado que retrasar la introducción de los alimentos potencialmente alergénicos durante la alimentación complementaria, prevenga la alergia a ellos y antes por el contrario, podría incrementarse el riesgo de padecerla.
Los alimentos pueden ser responsables de muchas enfermedades que a veces se confunden con una alergia a alimentos. Las siguientes no son alergias a alimentos:
Algunas enfermedades relacionadas con los alimentos se conocen como intolerancias o sensibilidad a los alimentos, más que a una alergia en sí, debido a que el sistema inmunitario no es el causante del problema. La intolerancia a la lactosa es un ejemplo de una intolerancia a alimentos que usualmente se confunde con una alergia a alimentos. La intolerancia a la lactosa ocurre cuando una persona tiene dificultad para digerir el azúcar de la leche, llamada lactosa, lo que le provoca dolores estomacales, hinchazón abdominal y evacuaciones sueltas.
A veces las reacciones a los químicos añadidos a los alimentos como colorantes o preservativos se confunden con alergias a alimentos. Sin embargo, mientras que algunas personas pueden ser muy sensibles a ciertos aditivos en los alimentos, es raro que sean alérgicas a los mismos.
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Escrito por: Dra. Diana Jimenez, pediatra especializada en nutrición infantil, lactancia materna y desarrollo infantil.
hace 2 años