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Mejorando el Valor Nutricional de las Comidas para Comedores Exigentes

Como cuidadores, todos compartimos el mismo objetivo: proporcionar a nuestros hijos la mejor nutrición posible para apoyar su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, cuando nos enfrentamos con un niño selectivo que tiene opciones alimenticias muy limitadas o que no come mucho, la hora de la comida puede convertirse en todo un desafío.

Para muchos padres, el desafío se ve exacerbado por el hecho de que su hijo simplemente no consume una cantidad sustancial de alimentos. En tales casos, cada bocado se vuelve crucial, una oportunidad para incluir la mayor cantidad posible de nutrientes para apoyar su bienestar. Ya sea debido a gustos selectivos, sensibilidades sensoriales o simplemente su personalidad, alentar a un comedor exigente a adoptar una dieta equilibrada puede sentirse como navegar por territorio desconocido.

En este artículo, vamos a discutir estrategias prácticas para mejorar la densidad nutricional de las comidas de tus hijos, sin comprometer el sabor. Reconocemos el desafío de equilibrar las preferencias alimenticias de tu hijo con sus necesidades nutricionales, y nuestro objetivo es ofrecer soluciones factibles que se integren perfectamente en tu vida cotidiana. Únete a nosotros mientras exploramos formas de hacer que las comidas de tu hijo sean más densas en nutrientes y transformemos la hora de la comida en una experiencia nutritiva y placentera incluso para los comedores más selectivos.

Estrategias Prácticas para Aumentar el Valor Nutricional de las Comidas: 

1. Grasas Saludables: Aumenta el valor nutricional de las comidas de tu hijo con calorías adicionales y grasas saludables incorporando aceites como aceite de oliva, aceite de aguacate o aceite de coco. Puedes mezclarlos en la masa de panqueques de tu hijo, avena, batidos, arroz, albóndigas, comida para bebés, sopas y guisos, entre otros platos. El sabor es relativamente neutral, lo que permite que se mezcle fácilmente, pero aporta un impulso nutricional a la comida de tu hijo. Los aceites saludables desempeñan un papel crucial en la dieta de un niño ya que proporcionan ácidos grasos esenciales necesarios para el crecimiento y desarrollo. Estos ácidos grasos, como el omega-3 y el omega-6, son vitales para el desarrollo cerebral, la función inmunológica y la salud general.

2. Semillas: La incorporación de semillas de cáñamo, semillas de chía, semillas de sésamo o semillas de lino en las comidas de tu hijo puede aumentar significativamente su valor nutricional.

  • Las semillas de cáñamo proporcionan proteínas completas y ácidos grasos omega-3 cruciales para la función cerebral. Se pueden mezclar en una salsa de pasta, masa de panqueques, un batido, un tazón de yogur, avena y más.
  • Las semillas de chía son ricas en fibra, antioxidantes y calcio, lo que apoya la salud digestiva, la salud cardíaca y el desarrollo óseo. Se pueden mezclar en batidos o purés de frutas para aumentar la ingesta de fibra y proteínas. Otra opción es usar semillas de chía como agente espesante en pudines o mermeladas combinándolas con líquido y permitiéndoles gelificar. Además, puedes agregar semillas de chía a productos horneados como muffins, panqueques o pan para un aporte nutricional adicional. Sin embargo, es importante remojar las semillas de chía antes de consumirlas para evitar peligros de asfixia, especialmente en niños pequeños.
  • Las semillas de sésamo ofrecen minerales como calcio y hierro, junto con antioxidantes que promueven la salud en general. Las semillas de sésamo también son una buena fuente de grasas saludables y proteínas, proporcionando energía sostenida y apoyando el crecimiento y desarrollo. Puedes espolvorear semillas de sésamo tostadas sobre ensaladas, salteados o verduras asadas para agregar un sabor a nuez y una textura crujiente. La incorporación de semillas de sésamo en barras de granola caseras o bocaditos energéticos proporciona un impulso nutritivo a los bocadillos. Además, puedes mezclar semillas de sésamo en yogur, avena o tazones de batidos para agregar proteínas y grasas saludables. Otra opción es usar semillas de sésamo como recubrimiento para tiras de pollo o palitos de pescado para crear una costra crujiente que a los niños les encantará. Las semillas de sésamo también se pueden moler en una pasta, conocida como tahini, que se puede untar en tostadas o usar como salsa para mojar frutas y verduras. Con su sabor suave y beneficios nutricionales, las semillas de sésamo son un ingrediente versátil que puede mejorar el sabor y el valor nutricional de las comidas y bocadillos para niños.
  • Las semillas de lino son una de las mejores fuentes vegetales de ácidos grasos omega-3, que son importantes para la salud cerebral y la función cognitiva. También son ricas en fibra, antioxidantes y proporcionan vitaminas y minerales esenciales, apoyando la salud y el bienestar en general. Puedes mezclar semillas de lino molidas en batidos, mezclarlas con avena o hornearlas en muffins y panqueques.

3. Nueces: Las nueces son ricas en grasas saludables, que son esenciales para el desarrollo cerebral y el crecimiento general en los niños. También son una excelente fuente de proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Es importante tener en cuenta las alergias y los peligros de asfixia al introducir nueces a los niños pequeños y ofrecerlas en formas apropiadas para su edad, como mantequillas de nueces o finamente picadas. Puedes mezclar mantequillas de nueces en panqueques, batidos, avena, barras de granola, muffins, yogures, paletas heladas y más. También puedes usarlas como salsa para mojar frutas como manzanas.

4. Paletas Heladas: Una forma divertida de hacer que tu pequeño coma una comida densa. Crea tus propias paletas heladas saludables usando una variedad de ingredientes como frutas congeladas, mantequillas de nueces, verduras y grasas nutritivas como la leche de coco. Explora nuestras recetas de paletas heladas nutritivas ubicadas convenientemente en la aplicación Little Lunches.

5. Caldos: Al cocinar arroz, quinoa, sopas, guisos, chiles, etc., opta por usar caldo de hueso, pollo o res bajo en sodio para aumentar el valor nutricional de la comida en lugar de usar agua.

6. Salsas: Aumenta el valor nutricional de cualquier salsa mezclando legumbres, verduras o proteínas animales en ella. Por ejemplo:

  • Puedes triturar legumbres cocidas como frijoles negros, garbanzos o lentejas hasta obtener una consistencia de pasta y luego incorporar esta pasta de legumbres en salsas como chili, salsa de espagueti o salsa de taco. Por ejemplo, las lentejas rojas cocidas se mezclan muy bien con la salsa de tomate para pasta. Las legumbres son ricas en proteínas y fibra, lo que las convierte en una adición nutritiva a cualquier comida.
  • Zanahorias, pimientos o calabaza al vapor también se pueden mezclar en la salsa de pasta.
  • Pica finamente verduras como cebollas, zanahorias, apio y pimientos y sofríelas en aceite de oliva hasta que estén suaves y fragantes. Luego, agrega estas verduras salteadas a salsas como salsa boloñesa, salsa Alfredo o salsa de curry. Las verduras no solo agregarán nutrientes, sino que también mejorarán la textura y el sabor de la salsa.
  • Usa caldo de verduras en lugar de agua como base para tu salsa.

 

Al incorporar las estrategias prácticas descritas en este artículo, los padres pueden mejorar el valor nutricional de las comidas de sus hijos sin sacrificar el sabor o sucumbir a las batallas durante la hora de comer. Ya sea agregando nutrientes adicionales a través de técnicas culinarias creativas o introduciendo nuevos alimentos en un entorno positivo y de apoyo, hay muchas formas de garantizar que los comedores exigentes reciban los nutrientes esenciales que necesitan para prosperar.

Para aquellos que buscan más apoyo y orientación, la aplicación Little Lunches ofrece una solución conveniente. Con planes de comidas personalizados adaptados a las necesidades dietéticas de cada niño, los padres pueden estar seguros de que cada plato es nutricionalmente denso y equilibrado a la hora de comer. Al aprovechar los recursos y la experiencia proporcionados por la aplicación Little Lunches, los padres pueden simplificar el proceso de alimentar a comedores exigentes y cultivar hábitos alimenticios saludables que perdurarán toda la vida. Con dedicación, paciencia y las herramientas adecuadas a mano, la hora de comer puede convertirse en una experiencia nutritiva y placentera para toda la familia.

Por: Jessica Facusse, cofundadora de Little Lunches
Revisado por: Vivian Castillo, MS, RD, CNSC

hace 9 meses